“Malgastar” significa disipar el dinero en cosas que realmente no necesita o no le interesan, simplemente por no prestar atención a sus hábitos de compras. Puede aumentar su poder adquisitivo y su capacidad de ahorro identificando dónde desperdicia dinero en su presupuesto y tomando medidas para dejar de hacerlo.

Haga un seguimiento de sus gastos
Haga un seguimiento de sus gastos durante por lo menos un mes. Éste es un ejercicio muy importante y revelador. Sólo después de saber en qué ha estado gastando su dinero podrá comenzar a redirigirlo hacia el lugar donde usted realmente desea que vaya.

Al realizar un seguimiento, es importante contar con cifras precisas. Para que su planilla de cálculos refleje realmente en qué está gastando su dinero, utilice por lo menos algunas de las siguientes técnicas:

• Anote: lleve una pequeña libreta y registre todas las compras que realiza. Anote la fecha, artículo y costo. Sume los gastos de cada día.

• Conserve los recibos: guarde todos los recibos de las compras y súmelos al final del día.

• Utilice tarjetas de débito: consulte los estados de cuenta suministrados por su institución financiera, ya que indican dónde y cuánto gastó con su tarjeta de débito.

• Controle el uso de cajeros automáticos (ATM): tome conciencia de la frecuencia con la cual va a los cajeros automáticos y de cuánto dinero retira antes de regresar al cajero. Recuerde anotar también en qué está gastando el dinero.

Software para el seguimiento de gastos
Si tiene una computadora con software de seguimiento, puede introducir la información reunida en el software. Estos programas pueden ser muy útiles. Tienen categorías preestablecidas que puede personalizar de acuerdo con su estilo de vida, lo cual le ayudará a realizar un seguimiento preciso y a largo plazo. Pero recuerde, estas herramientas sólo funcionan si usted las utiliza regularmente.

Analice sus conclusiones
Después de haber hecho un seguimiento de sus gastos durante un mínimo de cuatro semanas, analice sus conclusiones. Si usted es como la mayoría de las personas, podrá identificar áreas en las cuales está derrochando su dinero bastante rápido. Cuando usted elabora su presupuesto, utilizará los resultados del seguimiento que realizó para implementar cambios razonables y sensatos.

Cuando analiza las cifras, comience a diferenciar las cosas que “desea” de aquéllas que “necesita”. Los gastos sin los cuales no puede vivir, comida, techo, transporte y servicios públicos, siempre deben tener prioridad sobre los gastos discrecionales como regalos, vacaciones y entretenimiento.